Uber Wars: las batallas en todo el mundo del cabeza de turco de la ‘sharing economy’

De Nueva York a Barcelona, la aplicación de taxistas amateurs Uber está revolucionando el transporte urbano y haciendo temblar el sector del taxi en ciudades de todo el mundo. Las ya conocidas como “Uber wars” representan el choque entre la economía tradicional y el abanico de posibilidades de consumo colaborativo que ha abierto la llegada de las nuevas tecnologías. Como dijo el filósofo griego Heráclito, nada es permanente excepto el cambio. La cuestión es cómo gestionarlo.

Como explica Enrique Dans en un artículo titulado Repensando la ‘sharing economy’, algunos gobiernos optan por reaccionar ante las iniciativas que surgen con medidas conservadoras que ceden a la presión de los lobbies tradicionales y obstaculizan el desarrollo de servicios innovadores, como hizo la Generalitat de Cataluña con Uber y Airbnb (lo mismo se ha hecho en toda España). Otros, sin embargo, buscan maneras de regular estos nuevos servicios porque ven la sharing economy como una oportunidad de dinamización de la economía que puede aportar soluciones a algunos problemas actuales, tanto de estilo de vida como de desempleo.

Un artículo de Business Insider explica la situación legal de Uber en diferentes partes del mundo con un gráfico, así como las no pocas crisis de imagen pública en las que se ha enfrentado la aplicación en todo el mundo, desde las huelgas y manifestaciones (a menudo con episodios de violencia) de los gremios de taxistas en las grandes capitales hasta las polémicas por la inseguridad laboral y física de conductores y usuarios.

Es lo que tiene ser parte de la avanzadilla: todo está por hacer. La cuestión es cómo aprovechar el cambio inevitable, cómo gestionarlo para convertirlo en una oportunidad. Cuanto antes lo hagamos, menos dolorosa será la transición.

Uber Wars: las batallas en todo el mundo del cabeza de turco de la ‘sharing economy’

De Nueva York a Barcelona, la aplicación de taxistas amateurs Uber está revolucionando el transporte urbano y haciendo temblar el sector del taxi en ciudades de todo el mundo. Las ya conocidas como “Uber wars” representan el choque entre la economía tradicional y el abanico de posibilidades de consumo colaborativo que ha abierto la llegada de las nuevas tecnologías. Como dijo el filósofo griego Heráclito, nada es permanente excepto el cambio. La cuestión es cómo gestionarlo.

Como explica Enrique Dans en un artículo titulado Repensando la ‘sharing economy’, algunos gobiernos optan por reaccionar ante las iniciativas que surgen con medidas conservadoras que ceden a la presión de los lobbies tradicionales y obstaculizan el desarrollo de servicios innovadores, como hizo la Generalitat de Cataluña con Uber y Airbnb (lo mismo se ha hecho en toda España). Otros, sin embargo, buscan maneras de regular estos nuevos servicios porque ven la sharing economy como una oportunidad de dinamización de la economía que puede aportar soluciones a algunos problemas actuales, tanto de estilo de vida como de desempleo.

Un artículo de Business Insider explica la situación legal de Uber en diferentes partes del mundo con un gráfico, así como las no pocas crisis de imagen pública en las que se ha enfrentado la aplicación en todo el mundo, desde las huelgas y manifestaciones (a menudo con episodios de violencia) de los gremios de taxistas en las grandes capitales hasta las polémicas por la inseguridad laboral y física de conductores y usuarios.

Es lo que tiene ser parte de la avanzadilla: todo está por hacer. La cuestión es cómo aprovechar el cambio inevitable, cómo gestionarlo para convertirlo en una oportunidad. Cuanto antes lo hagamos, menos dolorosa será la transición.