¡Déjame ver, por favor! El pastel intocable del ‘dark social’

En la era de las redes sociales y los fenómenos virales, empresas de todo tipo se desviven por estudiar y comprender el comportamiento de los usuarios y encontrar maneras de influir. En la última década hemos visto nacer todo tipo de herramientas de análisis de tráfico y contenidos con el objetivo de monitorizar y analizar las opiniones y reacciones de los consumidores sobre marcas, productos, instituciones, temas políticos…

Pero en los últimos años se ha levantado un muro que oscurece el cuadro: el llamado ‘dark social’, aplicaciones de mensajería instantánea privada entre personas o grupos, como el Whatsapp, para los que las herramientas de monitorización y análisis que se utilizan en las redes sociales públicas como Facebook y Twitter son completamente inútiles.

La enorme y creciente popularidad de estas aplicaciones de mensajería instantánea privada han convertido el ‘dark social’ en un gran pastel intocable en el sector del marketing. Aunque por poco tiempo. En los próximos años veremos cómo las compañías propietarias de estas plataformas introducirán métricas de tráfico y otras maneras de explotar los datos y repartir el gran pastel. Atentos.

¡Déjame ver, por favor! El pastel intocable del ‘dark social’

En la era de las redes sociales y los fenómenos virales, empresas de todo tipo se desviven por estudiar y comprender el comportamiento de los usuarios y encontrar maneras de influir. En la última década hemos visto nacer todo tipo de herramientas de análisis de tráfico y contenidos con el objetivo de monitorizar y analizar las opiniones y reacciones de los consumidores sobre marcas, productos, instituciones, temas políticos…

Pero en los últimos años se ha levantado un muro que oscurece el cuadro: el llamado ‘dark social’, aplicaciones de mensajería instantánea privada entre personas o grupos, como el Whatsapp, para los que las herramientas de monitorización y análisis que se utilizan en las redes sociales públicas como Facebook y Twitter son completamente inútiles.

La enorme y creciente popularidad de estas aplicaciones de mensajería instantánea privada han convertido el ‘dark social’ en un gran pastel intocable en el sector del marketing. Aunque por poco tiempo. En los próximos años veremos cómo las compañías propietarias de estas plataformas introducirán métricas de tráfico y otras maneras de explotar los datos y repartir el gran pastel. Atentos.