El Port de Barcelona apuesta por el gas natural

El Port de Barcelona firmó ayer un convenio con Gas Natural Fenosa para impulsar el uso del gas natural como combustible alternativo en el recinto portuario. El acuerdo incluye el uso del gas tanto en la movilidad marítima –propulsión de barcos y embarcaciones de servicio– como en la terrestre –vehículos de transporte y maquinaria de trabajo–, a través de actuaciones destinadas a la reducción de emisiones contaminantes y al ahorro de combustibles convencionales en las actividades portuarias.

La iniciativa sigue una tendencia que avanza en el sector marítimo y que apuesta por el uso del gas natural licuado (GNL) como alternativa más económica y más eficiente en los combustibles usados en los barcos y camiones de todo el mundo. Una tendencia que responde a la necesidad de reducir las emisiones de contaminantes y a las exigencias, cada vez más estrictas afortunadamente, de la Unión Europea en cuanto a los objetivos de reducción de emisiones –acompañadas de la creciente cultura por la sostenibilidad.

La UE se ha marcado como objetivo reducir las emisiones del sector del transporte en un 60% en el año 2050. Y entre las acciones emprendidas en el ámbito de la Organización Marítima Internacional (IMO) está la entrada en vigor, el 1 de enero de 2015, de las zonas ECA (Emissions Control Area) en el mar Báltico y el mar del Norte, que especifican que solo los barcos menos contaminantes podrán operar en estas costas. Esto se traduce en limitaciones específicas en las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx), de óxido de azufre (SOx) y de dióxido de carbono (CO₂).

La apuesta del Port de Barcelona por el gas natural como combustible persigue tres objetivos principales. De un lado, mejorar la calidad del aire del entorno portuario y, por extensión, de toda la ciudad y área metropolitana. En segundo lugar, contribuir a hacer más competitivos los sectores logístico y de transportes, en la medida en que se trata de un combustible más económico que, además, reduce la huella ambiental de las cadenas logísticas. Y por último, la consolidación de Barcelona como hub logístico a través de la captación de tráficos dependientes del abastecimiento de gas natural licuado (GNL).

Se trata, en definitiva, de una iniciativa en línea con lo que establece el Plan de Actuación para la Mejora de la Calidad del Aire 2011-2015 y que tendrá un impacto positivo en la calidad del aire de la ciudad y del área metropolitana. Esperamos que sea un ejemplo.

El Port de Barcelona apuesta por el gas natural

El Port de Barcelona firmó ayer un convenio con Gas Natural Fenosa para impulsar el uso del gas natural como combustible alternativo en el recinto portuario. El acuerdo incluye el uso del gas tanto en la movilidad marítima –propulsión de barcos y embarcaciones de servicio– como en la terrestre –vehículos de transporte y maquinaria de trabajo–, a través de actuaciones destinadas a la reducción de emisiones contaminantes y al ahorro de combustibles convencionales en las actividades portuarias.

La iniciativa sigue una tendencia que avanza en el sector marítimo y que apuesta por el uso del gas natural licuado (GNL) como alternativa más económica y más eficiente en los combustibles usados en los barcos y camiones de todo el mundo. Una tendencia que responde a la necesidad de reducir las emisiones de contaminantes y a las exigencias, cada vez más estrictas afortunadamente, de la Unión Europea en cuanto a los objetivos de reducción de emisiones –acompañadas de la creciente cultura por la sostenibilidad.

La UE se ha marcado como objetivo reducir las emisiones del sector del transporte en un 60% en el año 2050. Y entre las acciones emprendidas en el ámbito de la Organización Marítima Internacional (IMO) está la entrada en vigor, el 1 de enero de 2015, de las zonas ECA (Emissions Control Area) en el mar Báltico y el mar del Norte, que especifican que solo los barcos menos contaminantes podrán operar en estas costas. Esto se traduce en limitaciones específicas en las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx), de óxido de azufre (SOx) y de dióxido de carbono (CO₂).

La apuesta del Port de Barcelona por el gas natural como combustible persigue tres objetivos principales. De un lado, mejorar la calidad del aire del entorno portuario y, por extensión, de toda la ciudad y área metropolitana. En segundo lugar, contribuir a hacer más competitivos los sectores logístico y de transportes, en la medida en que se trata de un combustible más económico que, además, reduce la huella ambiental de las cadenas logísticas. Y por último, la consolidación de Barcelona como hub logístico a través de la captación de tráficos dependientes del abastecimiento de gas natural licuado (GNL).

Se trata, en definitiva, de una iniciativa en línea con lo que establece el Plan de Actuación para la Mejora de la Calidad del Aire 2011-2015 y que tendrá un impacto positivo en la calidad del aire de la ciudad y del área metropolitana. Esperamos que sea un ejemplo.