‘Selfies viajeros’ y otros retos de la comunicación turística

En 2013, el diccionario Oxford incluyó la palabra “selfie” y la nombró palabra internacional del año. Hoy, poco más de tres años más tarde, los selfies no sólo forman parte de la rutina diaria de mucha gente, sino que estamos empezando a ver su impacto en diferentes sectores.

Uno de los ejemplos más claros es el turismo, donde los miles de selfies que los viajeros publican en las redes sociales se ha convertido en un elemento de promoción involuntaria de espacios turísticos que cada vez influye más en las decisiones de otros trotamundos a el hora de elegir destino para las vacaciones. Estas son algunas de las conclusiones del peculiar trabajo académico de Veronika Pérez Jensen Stankov, estudiante del máster en Técnicas de Análisis e Innovación Turística de la Universidad Rovira y Virgili.

Según apunta el estudio, galardonado con una distinción extraordinaria en el VI Fórum Rendintur de la Universidad de La Laguna, las autofotos que los turistas difunden suelen estar tomadas en los mismos lugares destacados por las campañas de marketing oficiales de agencias o instituciones y “ayudan a crear la imagen de los destinos” con una dosis añadida de credibilidad, reforzando el impacto de los esfuerzos de promoción turística.

La industria turística, cada vez más pendiente de los comentarios y contenidos que los viajeros comparten en las redes sociales, hace tiempo que debate como avanzar hacia una Economía del Turismo que sepa aprovechar al máximo la web 4.0. Para que eso sea posible, las empresas del sector necesitan encontrar espacios de comunicación que abran posibilidades de relación y colaboración con los clientes reales y potenciales más allá de los procesos tradicionales.

En estos tiempos de economía digital, donde la información y los contenidos encontrados en línea tienen un papel fundamental en la toma de decisiones del viajero, una buena presencia online y en las redes sociales más populares, así como estrategias de reputación de marca, son imprescindibles . Pero hay oportunidades sólo al alcance de los que van más allá. La interacción constante y estimuladora con el público abre todo un abanico de posibilidades, desde la obtención de feedback de calidad sobre productos y servicios a campañas basadas en acuerdos específicos de colaboración con los llamados influencers.

En este sentido, las estrategias de contenido siguen ganando importancia, cada vez más centradas en la producción y difusión de contenido original y de calidad, producido en diferentes formatos para satisfacer a todo tipo de público. Aparte de los básicos como los blogs temáticos o corporativos, crece como la espuma el uso de plataformas basadas en fotografía y vídeo, como Instagram, Vine o Periscope, que ya funciona como un canal de televisión. Reforzar la presencia directa o indirecta (mediante prescriptores) será una de las tendencias de comunicación de destinos y marcas de 2017.

Con el avance de las tecnologías de la comunicación y la información, las vías de interacción entre las empresas turísticas y sus públicos han cambiado radicalmente. Ahora más que nunca, saber adaptarse y aprovechar el abanico de nuevas posibilidades de negocio es fundamental para sobrevivir y pasar a formar parte del sector turístico del futuro. Del futuro que ya está aquí.

‘Selfies viajeros’ y otros retos de la comunicación turística

En 2013, el diccionario Oxford incluyó la palabra “selfie” y la nombró palabra internacional del año. Hoy, poco más de tres años más tarde, los selfies no sólo forman parte de la rutina diaria de mucha gente, sino que estamos empezando a ver su impacto en diferentes sectores.

Uno de los ejemplos más claros es el turismo, donde los miles de selfies que los viajeros publican en las redes sociales se ha convertido en un elemento de promoción involuntaria de espacios turísticos que cada vez influye más en las decisiones de otros trotamundos a el hora de elegir destino para las vacaciones. Estas son algunas de las conclusiones del peculiar trabajo académico de Veronika Pérez Jensen Stankov, estudiante del máster en Técnicas de Análisis e Innovación Turística de la Universidad Rovira y Virgili.

Según apunta el estudio, galardonado con una distinción extraordinaria en el VI Fórum Rendintur de la Universidad de La Laguna, las autofotos que los turistas difunden suelen estar tomadas en los mismos lugares destacados por las campañas de marketing oficiales de agencias o instituciones y “ayudan a crear la imagen de los destinos” con una dosis añadida de credibilidad, reforzando el impacto de los esfuerzos de promoción turística.

La industria turística, cada vez más pendiente de los comentarios y contenidos que los viajeros comparten en las redes sociales, hace tiempo que debate como avanzar hacia una Economía del Turismo que sepa aprovechar al máximo la web 4.0. Para que eso sea posible, las empresas del sector necesitan encontrar espacios de comunicación que abran posibilidades de relación y colaboración con los clientes reales y potenciales más allá de los procesos tradicionales.

En estos tiempos de economía digital, donde la información y los contenidos encontrados en línea tienen un papel fundamental en la toma de decisiones del viajero, una buena presencia online y en las redes sociales más populares, así como estrategias de reputación de marca, son imprescindibles . Pero hay oportunidades sólo al alcance de los que van más allá. La interacción constante y estimuladora con el público abre todo un abanico de posibilidades, desde la obtención de feedback de calidad sobre productos y servicios a campañas basadas en acuerdos específicos de colaboración con los llamados influencers.

En este sentido, las estrategias de contenido siguen ganando importancia, cada vez más centradas en la producción y difusión de contenido original y de calidad, producido en diferentes formatos para satisfacer a todo tipo de público. Aparte de los básicos como los blogs temáticos o corporativos, crece como la espuma el uso de plataformas basadas en fotografía y vídeo, como Instagram, Vine o Periscope, que ya funciona como un canal de televisión. Reforzar la presencia directa o indirecta (mediante prescriptores) será una de las tendencias de comunicación de destinos y marcas de 2017.

Con el avance de las tecnologías de la comunicación y la información, las vías de interacción entre las empresas turísticas y sus públicos han cambiado radicalmente. Ahora más que nunca, saber adaptarse y aprovechar el abanico de nuevas posibilidades de negocio es fundamental para sobrevivir y pasar a formar parte del sector turístico del futuro. Del futuro que ya está aquí.